Siempre he escuchado que los graffitis solo afean la calle y que no deberían hacerse. Sin embargo, creo que sí pueden ser una forma de arte, igual que lo son los murales, que no dejan de ser un tipo de graffiti más aceptado por la sociedad; y aunque hay algunos graffitis que a mí no me parecen bonitos, no me parece mal que se hagan, igual que porque un cuadro me parezca feo, no significa que esté en contra de él.
Pero como con todo, creo que hay límites. Es decir, no tengo ningún problema con los graffitis que se hacen en sitios que están en ruinas, por ejemplo. Eso sí, creo que los que se hacen en propiedades privadas, cruzan la línea, ya que es como una forma de cambiar, o incluso “destrozar“ o “vandalizar” para algunos, algo que no te pertenece.
Es por eso, que creo que como en casi todos los temas en general, estoy de acuerdo siempre y cuando no molesten a los demás. Así, estoy en contra del tipo de graffitis que se hacen en trenes o portales, pero no de los que se hacen en sitios abandonados. Si me ocurriera algo parecido, intentaría poner advertencias, como carteles, para evitar que sigan haciéndose, y además instalaría cámaras o algo parecido para evitar que la gente lo intente. Pero sigo pensando que los grafiteros tendrían que tener en cuenta que no todo el mundo quiere tener un dibujo suyo en sus casas, y deberían hacerse responsables de sus actos y cómo afectan a los demás.
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