sábado, 15 de febrero de 2025

tentación

 A veces, la vida se convierte en una constante lucha entre lo que sabemos que es correcto y lo que en el fondo realmente deseamos. Es un tira y afloja que nos pone a prueba, y aunque muchas veces intentamos resistir, no siempre ganamos. Las tentaciones están ahí, como una voz suave que nos invita a caer, recordándonos que somos humanos, imperfectos y vulnerables.

Nos prometemos una y otra vez que esta será la última vez. Que mañana lo haremos mejor, que ya hemos aprendido. Pero cuando llega el momento, algo más fuerte que la lógica nos empuja hacia ese pequeño desliz. Y aunque parezca insignificante, deja una huella. Como cuando decimos "solo cinco minutos más" y acabamos perdiendo media mañana. O cuando gastamos en algo que no necesitamos, solo para sentirnos bien por un rato.

Hay tentaciones que se disfrazan de merecidos descansos o de caprichos inofensivos. En mi caso, una de las más difíciles de ignorar es el móvil. Está ahí, cerca, brillando con notificaciones que parecen urgentes pero que en realidad pueden esperar. Sin embargo, basta un segundo de debilidad para dejar de hacer lo importante y caer en la comodidad de lo inmediato.

Y sí, muchas veces después llega el arrepentimiento. Esa sensación amarga de saber que podrías haberlo hecho mejor, de que perdiste una oportunidad de avanzar, de mejorar. Pero también creo que equivocarse forma parte del camino. Cada vez que caemos, aprendemos un poco más sobre nosotros mismos.

Porque al final, las tentaciones no solo nos ponen a prueba. También nos muestran dónde están nuestras debilidades y qué debemos trabajar para ser más fuertes. No se trata de ser perfectos, sino de tener la voluntad de seguir intentándolo, de volver a elegir lo correcto incluso después de haber fallado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

blog XIX

 Siempre he pensado en el momento en el que acabaría bachiller y una nueva etapa de mi vida empezaría, lo he esperado con tanta ilusión que ...