Hace poco, escuché unas declaraciones del exministro Jaime Mayor Oreja sobre el creacionismo y la teoría de la evolución.
El creacionismo es la creencia de que la vida fue creada por un ser divino. No se basa en evidencia científica, sino en la fe y la tradición religiosa. La teoría de la evolución, en cambio, cuenta con un respaldo científico basado en la biología, genética…
Las palabras del exministro transmiten su ideología de derechas, tradicional y muy conservadora. Por eso, tiene una creencia muy clara sobre la defensa de la vida. Además, hace ver que su teoría es la que está de moda y está ganando terreno frente a la teoría de la evolución de Darwin, poniendo como ejemplo algunos estados de EE. UU.
En relación con la educación que deben recibir los niños en las escuelas públicas, pienso que los padres tienen el derecho de transmitir sus valores y creencias a sus hijos cuando son pequeños. Por eso, son ellos los que deben decidir si sus hijos estudian religión o no. Sin embargo, a medida que crecen, deberían tener la libertad de decidir sus propias creencias.
No creo que la ciencia y la religión sean incompatibles. La ciencia se basa en hechos y la religión en la fe. Por eso, considero que se debe enseñar conocimiento objetivo, para formar ciudadanos críticos capaces de entender el mundo de manera racional.
En conclusión, el creacionismo puede formar parte de la reflexión personal y de la fe que cada uno quiera seguir, pero no debe sustituir a la ciencia en los colegios. La educación se basa en evidencia que garantiza una sociedad culta y crítica.
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